Fuerte espaldarazo del ministro De Vido a Patricio Mussi

El intendente de Berazategui, Patricio Mussi, recibió el pasado viernes uno de los más fuertes espaldarazos políticos desde que lanzó su precandidatura a gobernador bonaerense: la presencia en su distrito de Julio De Vido y de más de 50 intendentes de siete de las ocho secciones electorales de la Provincia. Delante de los jefes comunales, el ministro de Planificación no ahorró elogios; calificó de “maravilloso” al edificio comunal inteligente e indicó que “refleja, simboliza y marca con claridad dónde se mueve este modelo de transformación”. Y adjetivó al jefe distrital como “un adelantado” que trabajó confiando de antemano en las políticas impulsadas por la presidenta. Antes, el anfitrión había dicho que De Vido es su segundo padre político.

El dato formal para la convocatoria fue la firma de convenios vinculados al programa «Ultima Milla”, que contempla un modelo de cooperación entre el sector público y privado y promueve el uso de la fibra óptica. Pero lo que sucedió allí fue una fuerte demostración de fuerza de cara a la pelea interna que da Mussi para convertirse en el candidato del kirchnerismo para suceder a Daniel Scioli.

Hubo, además, una fuerte bajada de línea del funcionario nacional que incluyó un sensible reclamo a los candidatos del espacio que representa para que salgan a defender el proyecto “en voz alta”, que digan “qué opinan” y “sienten su posición, algo que muchas veces no hacemos con la claridad que debiéramos”, disparó en alusión a hombres de su mismo espacio que prefieren el bajo perfil y, con ello, evitar la controversia. En otras palabras, reiteró lo que había dicho en 2008, en medio del conflicto con el campo, cuando el sector llevaba más de 70 días de paro: “No es momento para tibios. El que no suma, resta”.