Caso Anita Aristimuño: Un asesino sigue suelto

Ana María Aristimuño de 54 años fue hallada muerta en su vivienda de Trenque Lauquen, maniatada con una camisa, con un pañuelo en la boca como mordaza y un elástico en el cuello. Era maestra de una escuela primaria, dirigente sindical de UDOCBA y militante del Partido Justicialista local. La mujer fue hallada amordazada, atada y con signos de haber sido asfixiada. No había signos de robo en la vivienda que se hallaba ordenada y sin aberturas forzadas o rotas. Ana era hermana melliza y tenía dos hijos. Se desempeñaba como docente en la Escuela Primaria N°47, pero además tenía una activa participación gremial y también colaboraba en expresiones del Partido Justicialista.

El hecho, poco común en esta ciudad del oeste de la provincia de Buenos Aires, se produjo el sábado 23 de Abril y conmocionó a la sociedad local, con trascendencia nacional.

Hubo un marcado hermetismo en la Fiscalía interviniente, donde su titular solo habló con los medios en pocas oportunidades, sin brindar mayores detalles. La reacción de la comunidad se expresó con particular contundencia en los primeros días, hasta que el hecho fue solicitado sea calificado como Femicidio. El Juzgado de Garantías N° 1 del Departamento Judicial de Trenque Lauquen, subrogado por la doctora Ana Bajlec, hizo lugar. Sin embargo, los jueces Rafael Paita y Jorge Gini, determinaron – a pedido del abogado defensor del único imputado – Mario Luis Pereyra, que los elementos no eran suficientes para mantenerlo privado de libertad. Actualmente se encuentra en en su casa. En la opinión pública, se inició un proceso que bien podría denominarse de relajación en el reclamo.

Mario Luis Pereyra, purgó merecidamente 22 años de cárcel, por haber cometido un brutal asesinato a una vecina de Trenque Lauquen. Una vez en libertad, han aseverado distintas fuentes consultadas por Infoecos, su comportamiento no hacía presumir podría reincidir. Su Madre, vive frente la vivienda donde residía Aristimuño. Esa cercanía inmobiliaria, sería una de las razones por la que se lo acusa y este martes trascendió que se utilizará como un elemento de prueba, a lo que se suma estar registrado en las cámaras de esa zona, el día que se produjo el asesinato, en dos oportunidades circulando con su bicicleta. Si esto se confirma pareciera que su antecedente, como también las visitas a su progenitora, lo deberían condenar. Se aseguraba que la filmación iría a periciarse en Junín, aunque en los pasillos del inmueble de la Fiscalía, la repartición establecida en el norte de esta región, no es confiable, porque no ha hecho lugar a elementos de prueba remitidos o demorado en sus dictámenes. En torno a las demoras de la oficina pericial, otra línea sería demorar el ADN de un pelo en la zona vaginal de la docente muerta.

La madre de Pereyra, tenía mucho trato con Anita Aristimuño. Eran vecinas en la calle Carlos Casares al 340. Esto también podría jugarle en contra de su hijo, de acuerdo a la investigación. Se afirma, en quienes ciegamente creen en la investigación, que sería un psicópata y goza con matar, un simil de Robledo Puch. No hay conocimiento, información sobre que determinaron las pericias psiquiátricas de quien está con prisión preventiva en su domicilio, por semejante tiro jurídico o de especulación al voleo.

Se realizaron algunas manifestaciones que perdieron fuerza rápidamente, han testimoniado entre 80 y 100 personas del medio; el hecho ocupó la mayor atención de los medios locales; hasta el propio gobernador de la provincia se interesó en el tema; los canales, radios, diarios nacionales – los que a veces aprovechan estos deplorables sucesos para sumar televidentes, oyentes, lectores, adherentes – se hicieron eco en los primeros días; las redes sociales se poblaron de pedidos de rápido esclarecimiento; nadie que conociera a Anita dejó de testimoniar públicamente su bien ganado prestigio como docente, compañera, amiga y comprometida con la realidad.

A más de dos meses de ocurrido este asesinato, pasaron a ser un silencio a voces dos reflexiones: «Un asesino anda suelto» y «Seguimos viviendo – preocupados – casos que no se resuelven».