Bahía Blanca: Franco Colapinto va a la Fórmula 1 y su padre, nacido en la ciudad del sur, transmitió su emoción
Entre lágrimas, el padre del primer piloto argentino que correrá en la Fórmula 1 desde 2001, sostuvo que “es muy fuerte porque uno sabe lo que costó llegar hasta ahí, más para un sudamericano y un argentino”
Fuente: lanueva.com
El bahiense Aníbal Colapinto, papá de Franco, expresó su emoción por la llegada de su hijo a la Fórmula 1, donde correrá con la escudería Williams, y destacó que “es una locura lo que estamos viviendo”, señala en principio una nota publicada por el diario La Nueva en su página online.
Entre lágrimas, el padre del primer piloto argentino que correrá en la Fórmula 1 desde 2001, sostuvo que “es muy fuerte porque uno sabe lo que costó llegar hasta ahí, más para un sudamericano y un argentino”.
Anibal Colapinto, relató con profunda emoción el arduo camino que llevó a su hijo convertirse en piloto de la Fórmula 1. Entre lágrimas y recuerdos describió los sacrificios y desafíos que enfrentaron para alcanzar este hito, destacando el apoyo de la academia Williams y la importancia de los inversores que respaldaron a Franco en su carrera.
El sueño de Franco por convertirse en piloto comenzó a una edad temprana, influenciado por su padre, quien le compró su primer cuatriciclo a los cuatro años: “Empezó desde muy chico, en parte culpa mía, porque a los cuatro años le compré su primer cuatriciclo y después empezó a andar en karting”.
Desde entonces, Franco empezó a mostrar una pasión innata por el automovilismo, destacándose en el karting y ganando múltiples campeonatos en Argentina.
A sus 14 años, dio un salto arriesgado cuando se mudó solo a Italia para unirse a una fábrica de chasis de karting: “Una jugada media difícil, porque él se tenía que quedar solo, a vivir en un departamento arriba de la fábrica de karting en Italia, sin saber el idioma, sin saber nada”.
Aníbal Colapinto, recordó con especial emoción ese momento cuando dejo a su hijo y le ofreció la posibilidad de volver a Argentina si las cosas se complicaban: «Franco, si querés nos volvemos, dentro de dos años tenés 16, vas a ser más grande”.
Sin embargo, Franco decidió quedarse y enfrentar las dificultades, sabiendo que ese era el camino que quería seguir. Este fue el primer gran desafío de su carrera, una prueba de carácter que lo preparó para los retos futuros en Europa, donde continuó su ascenso en categorías superiores del automovilismo.