Fernández agradeció uno por uno y se mostró optimista con la vuelta del tren de pasajeros a esta zona
Fernández comentó que “esta reapertura es como volver a nuestra historia, a nuestro pasado y a nuestras propias historias”

“Es un día muy grato poder contar con la presencia del Museo Ferroviario Itinerante, sus autoridades y el equipo acompañándonos en esta reinauguración del Museo Ferroviario”, señaló el intendente Miguel Fernández, quien con un ayuda memoria agradeció, uno por uno, a los que posibilitaron la concreción del Museo Ferroviario.
“Al ministro de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera, por habernos permitido entablar esta relación con la gente de Transporte y de Trenes; al presidente de Trenes Argentinos, Martín Marinucci, quien no puede estar presentes por cuestiones de agenda, a quien fuimos a verlo por un pedido y un deseo de todo Trenque Lauquen de la vuelta del tren de pasajeros que desde hace mucho tiempo dejó de circular pero que tenemos la firme convicción y entiendo que también el Gobierno nacional de que siga corriendo; al gerente del Museo, Martín Costa, por acompañarnos en este día tan particular; a Raúl Arias y Fernando Preda, y a toda la gente de FEPSA, porque muchas de las donaciones las han tramitado ellos; a Juan Gómez, el delegado de Mechita, donde estuvimos viendo el Museo Ferroviario y a todos los que colaboraron para tratar de tener algo de lo que ustedes ven acá en Trenque Lauquen en nuestro cuadro de estación para estos fines culturales y didácticos, para enseñarles a los chicos lo que era el tren y lo que debe volver a ser”, enumeró el Jefe comunal.

También agradeció “a la gente de Ferro Club de La Plata, de Tolosa, por las donaciones; a la gente del Museo Ferroviario Scalabrini Ortiz de Haedo; a Julián con quien estuvimos visitando ese museo; y a Delfina Belardo y Sergio Eyherabide de la cervecería (de las vías)”, que también cedieron elementos antiguos que tenían en comodato para mostrarlos en el Museo.
El Intendente señaló que para incorporar material al nuevo espacio pidió autorización para “romper el chanchito, -utilizando una frase popular- y meterme en Mercado Libre para ver qué había de material ferroviario antiguo para poder incrementar el patrimonio de este Museo y no solo compramos unas cuantas cosas, peleando el precio, sino que conocimos gente muy interesante”, como un matrimonio de San Isidro que aportó material antiguo.

Destacó también el trabajo y pidió un aplauso para la jefa de Estación, Silvia Reyes, porque “no solo colaboró de manera incansable, es la que mantiene vivo junto a mucha gente este espíritu del Ferrocarril”, y agradeció a todo el personal de Higiene Urbana, con Néstor Cóccaro a la cabeza, que trabajaron para montar esta puesta en escena del Museo del Ferrocarril.
Agradeció “a Romina Castrillón, jefa de mantenimiento municipal, y a toda su cuadrilla, que estuvieron trabajando en el lugar; a Inés Maya y a María Elena Bocca, por el trabajo que han llevado adelante para poner este Museo Ferroviario donde merece estar y con esta significancia”.
“Cuando empezamos este proyecto, hace más de dos años, fuimos avanzando de a poco en la idea, primero teníamos que resolver lo de la ampliación del Museo, que era la famosa sala de fax, un lugar escondido que nadie sabía que existía pero hablando con Ferro Expreso hicimos un trueque e hicimos una oficina y de esa forma recuperamos ese tercer salón que lo fuimos mejorando e interviniendo: tuvimos que cambiar el techo porque se llovía, cambiamos las canaletas, y luego pintamos la Estación, cambiamos la iluminación, arreglamos los baños y preparamos todo este escenario no solo para recordar nuestro pasado ferroviario sino para esperar la venida del tren que va a llegar sin ninguna duda”, manifestó Fernández.

Asimismo, recordó que “cuando empecé a transitar este camino de la política hace unos cuantos años, en el 2008, la primera vez que me hicieron hablar en público no tenía ni idea, improvisé unas palabras, pero básicamente lo que quería transmitir en ese momento era reflexionar sobre lo que nos había pasado a los argentinos y hoy cuando veo todo esto, lo que recorrimos estudiando la historia del Ferrocarril me vuelvo a hacer esa pregunta de hace muchos años ¿Qué nos pasó?, que nos pasó en la Argentina que hoy estamos añorando algo que no deberíamos estar añorando”.
Haciendo referencia a la historia, comentó que “allá por el año 1854, cuando el país todavía no era país el Estado de Buenos Aires le da en concesión la construcción del primer ferrocarril a la Sociedad Caminos de Hierro para hacer diez kilómetros entre lo que es hoy el Teatro Colón y Floresta, así empezó esta historia, a los seis años el Estado recupera esa inversión hasta 1880, 23 años administrando los Ferrocarriles hasta que son vendidos a capitales ingleses. Cuando fue el Bicentenario del país y cuando hicimos el aniversario de Trenque Lauquen a mí me llamaba la atención que muy poco tiempo después de la fundación de Trenque Lauquen llegaba el ferrocarril, 14 años después, en el mismo año en el que se hizo el traspaso del Estado de Buenos Aires a los capitales ingleses y después llegó a Santa Rosa, y luego, por otro carril, a Mendoza”.
Volviendo a la pregunta ¿Qué nos pasó a los argentinos?, Fernández señaló: “Cuando todavía no había maquinarias grandes y pesadas se hizo un ferrocarril y hoy no podemos hacer diez kilómetros de autopista y no podemos tener trenes para transportar personas y mercadería de manera segura, y obviamente cuando los capitales no vieron más atractivo económico en la posguerra se recuperaron los ferrocarriles en el gobierno de Perón, y después toda la historia de Ferrocarriles Argentinos, las privatizaciones, los cierres de ramales, la debacle y la necesidad hoy de volver a plantearnos la necesidad del ferrocarril, como un medio de transporte seguro, económico y accesible”.
Al respecto sostuvo que “esta lucha va a continuar porque necesitamos tener ferrocarriles como cualquier país del mundo serio que tiene ferrocarriles y la gente los utiliza como un medio más, para dar equilibrio e igualdad de oportunidades a las distintas regiones del país que a veces no tienen accesibilidad sencilla”.
En referencia al Museo, Fernández comentó que “esta reapertura es como volver a nuestra historia, a nuestro pasado y a nuestras propias historias”, y en este sentido señaló que “cuando recién estaba senado en un vagón de primera, me preguntaba, quién no viajó alguna vez en un coche de éstos”.
“Es volver a esa historia de cada uno y a esos sueños que tenemos todavía, algunos dicen que el Museo es un lugar muerto, pero en realidad es nuestra vida, cuando pasemos por ahí muchas de las cosas nos van a traer algún recuerdo y sobre todo a la familia de los ferroviarios que lo han vivido y sienten orgullo”, subrayó, para agregar: “Queremos que esa historia vuelva a ser nuestra historia, el Museo va a mantener viva esa historia pero tenemos que construir nosotros la historia de acá hacia el futuro y seguir luchando por tener trenes”.
Al referirse a las máquinas y maquetas de los trenes que están en el lugar, Fernández destacó que “forman parte del patrimonio histórico, de ese acervo que no debemos perder, por eso el Museo es una invitación a pensar el futuro y a no decaer en la lucha porque hay mucho por hacer todavía”.