18 octubre, 2024

El cirujano argentino René Favaloro, considerado un «prócer» por haber cambiado para siempre la historia de la medicina mundial con su técnica del bypass de corazón, a cien años de su nacimiento sigue siendo un ejemplo de honestidad y es recordado por los compañeros de su Fundación como una persona brillante y sencilla que se sacrificó sin límites.

Colegas y discípulos de Favaloro reconstruyeron, en diálogo con Télam, historias que ayudan a dilucidar cómo era la personalidad del célebre médico, un apasionado por el fútbol o los asados en el campo que llegó a ser considerado semi dios por sus pacientes.

Durante una recorrida por la Fundación que Favaloro creó en pleno centro porteño, los médicos Juan Barra, Oscar Mendiz, Raquel Vázquez y Gustavo Giunta destacaron que, aunque el prestigioso cardiocirujano era una «persona altamente ocupada», siempre se hacía una pausa para escuchar a sus compañeros y preguntarles cómo estaban.

Todos coincidieron en que Favaloro era «un ser extraordinario con una capacidad de trabajar incansable», y una persona «de carácter fuerte que podía patearle la puerta a un presidente».

Hace un siglo nacía el primer médico que tuvo la capacidad de parar temporalmente el corazón de una persona y coser con mucha precisión a las arterias coronarias la vena safena, que injertaba de la pierna, con el objetivo de construir un «puente» (bypass) para que la sangre pueda saltear la parte obstruida de las arterias.

Cuando Favaloro egresó de la Universidad Nacional de La Plata se trasladó a Jacinto Aráuz, un pequeño pueblo de La Pampa, para una suplencia de menos de tres meses y que prolongó su estadía por doce años.

Luego, maravillado por la nueva era de las cirugías cardiovasculares, viajó a los Estados Unidos para especializarse y realizó el primer bypass aortocoronario en 1967. Pero su compromiso con la patria hizo que volviera a la Argentina en 1971 con el sueño de fundar un centro médico de excelencia.

«Cuando conocí a Favaloro, en los 80, ya era un prócer», recordó en entrevista con Télam Juan Barra, vicerrector de la Universidad Favaloro.

Barra, quien es médico veterinario, trabajó en el primer instituto de investigación básica que Favaloro conformó.

«Una vez el doctor Favaloro se metió a nuestro quirófano experimental y trabajó sobre el cuerpo de un cerdo, fue fantástico y emocionante para mí trabajar al lado de él sobre ese animal», narró.

Como parte del primer grupo de investigadores, que no eran más de veinte, Barra solía ir a los asados que organizaba Favaloro en su campo de Magdalena, al este de la provincia de Buenos Aires.

El especialista en mecánica vascular aún recuerda cuando encontró, en la oficina de Favaloro, un extraño bloque de quebracho de unos 30 centímetros de ancho por 40 de largo mezclado con las distinciones otorgadas por las más prestigiosas universidades del mundo. – TELAM SE 2022. Queda expresamente prohibida la utilización de este contenido sin citar la autoría de TELAM, la omisión de este requisito es violatorio del Régimen Legal de la Propiedad Intelectual, Ley 11.723. lo que habilita el reclamo de nuestros derechos por vía judicial.

«Lo agarré y Favaloro me dijo: – eso que tenés en las manos es un pedazo de tablón de la cancha de Gimnasia (y Esgrima La Plata), que la están remodelando y me lo trajeron de recuerdo», explicó. – TELAM SE 2022. Queda expresamente prohibida la utilización de este contenido sin citar la autoría de TELAM, la omisión de este requisito es violatorio del Régimen Legal de la Propiedad Intelectual, Ley 11.723. lo que habilita el reclamo de nuestros derechos por vía judicial.

Esa obsesión por el detalle lo llevó a publicar, en 1998, una revisión sobre los 30 años del bypass con más de 1.000 referencias bibliográficas que demostraban que la técnica realizada en millones de pacientes había disminuido la mortalidad por enfermedad arterial coronaria. – TELAM SE 2022. Queda expresamente prohibida la utilización de este contenido sin citar la autoría de TELAM, la omisión de este requisito es violatorio del Régimen Legal de la Propiedad Intelectual, Ley 11.723. lo que habilita el reclamo de nuestros derechos por vía judicial.

Sobre la relación de Favaloro con sus pacientes, Oscar Mendiz, director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Fundación Favaloro, rememoró que «era majestuoso verlo caminar por el hospital y que la gente le quisiera besar las manos». – TELAM SE 2022. Queda expresamente prohibida la utilización de este contenido sin citar la autoría de TELAM, la omisión de este requisito es violatorio del Régimen Legal de la Propiedad Intelectual, Ley 11.723. lo que habilita el reclamo de nuestros derechos por vía judicial.

Y remarcó: «era Dios vestido de médico, pero que le besaran las manos no le gustaba porque era un tipo bastante sencillo». – TELAM SE 2022. Queda expresamente prohibida la utilización de este contenido sin citar la autoría de TELAM, la omisión de este requisito es violatorio del Régimen Legal de la Propiedad Intelectual, Ley 11.723. lo que habilita el reclamo de nuestros derechos por vía judicial.