A YPF no le quedaba otra y dio a conocer un comunicado porque se desistió de Bahía Blanca
«La zona de Sierra Grande aparece como mejor opción para el proyecto de GNL por la menor longitud de los gasoductos necesarios para transportar el gas natural desde Vaca Muerta; la existencia de una mayor profundidad marítima que disminuye la necesidad de dragar para lograr el calado para la operación de los buques previstos; la amplia disponibilidad de terrenos y las bajas interferencias con otras actividades sociales y económicas», señaló la empresa YPF al dar a conocer los fundamentos técnicos de su decisión de radicar la megainversión de GNL en Punta Colorada (distrito de Sierra Grande, Río Negro) y no en Bahía Blanca.
En un comunicado, agregó como ventajas «la posibilidad de contar con una operación portuaria dedicada y la sinergia con el desarrollo de infraestructura local con el proyecto del Oleoducto Vaca Muerta Sur; entre otras».
«Asimismo –subrayó– la provincia de Río Negro ofreció las condiciones regulatorias y fiscales necesarias para el desarrollo del proyecto«, en alusión a la adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
Sobre el mediodía, YPF lanzó el comunicado, donde añade que la definición fue tomada por unanimidad en el directorio:
«La decisión sobre la locación del proyecto requirió de un trabajo técnico muy minucioso y exhaustivo, tomando todas las variables técnicas, económicas, ambientales, geográficas, fiscales y regulatorias».
También se indicó que «a los fines de darle mayor transparencia al proceso, YPF decidió contratar, a cuenta propia, a la consultora internacional Arthur D. Little – tercero calificado e independiente- quien llegó a la conclusión de que para el proyecto resulta más ventajoso hacer la inversión en Río Negro».
Y se remarcó, en el mismo comunicado, una cuestión signficativa: YPF sostuvo que los expertos de la citada consultora «concluyeron que Río Negro muestra mejores aspectos económicos para el proyecto, aun si Buenos Aires igualara los beneficios fiscales”.