Argentina: hoy se conmemora el Día del Camino del Trabajador Vial
Se puede conmemorar el “DÍA DEL CAMINO”, pero no se debe celebrar tan trascendente hito histórico sino con un minuto de respetuoso silencio en homenaje de quienes crearon la sabia “LEY DE VIALIDAD”, impulsora de la obra vial que posibilite el desarrollo del País
Declaración del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial
Con motivo de una nueva conmemoración del 5 de octubre como “DÍA DEL CAMINO Y DEL TRABAJADOR VIAL”, instituido en recordación del “PRIMER CONGRESO PANAMERICANO DE CARRETERAS”, celebrado en Buenos Aires en el año 1925, el COMITÉ NACIONAL DE DEFENSA DEL USUARIO VIAL (CONADUV), como lo viene haciendo año tras año, reitera la siguiente DECLARACIÓN:
En la década del veinte, solo se contaba con el antiguo camino pavimentado a La Plata, construido con solado de granitillo importado de Suecia y Noruega, y el camino Morón-Luján con pavimento de hormigón armado diseñado por el Ing. Eduardo Arena.
El tránsito automotor, en continuo crecimiento, de 180.000 vehículos en el año 1925, sobrepasa los 400.000 en el año 1930, planteando requerimientos perentorios para sus necesidades.
La ley sancionada en 1907, denominada Ley MITRE, estableció la obligación a cargo de las empresas que explotaban los ferrocarriles de aportar el 3% del producto líquido resultante de su explotación, quedando eximidos de todo otro tipo de impuestos durante 40 años.
Para atender esas necesidades, por iniciativa del Gobierno Nacional, se logra un convenio con las empresas productoras e importadoras de nafta de dos (2) centavos por litro vendido, con lo cual se constituyó el primer FONDO ESPECÍFICO para construcción de caminos.
Tal metodología fue muy bien recibida y adoptada por los propios consumidores, y en esa inteligencia, el Congreso de la Nación aprueba bajo el Gobierno del General Agustín P. Justo el 5 de OCTUBRE de 1932 la sabia Ley Nº 11.658, denominada “Ley de Vialidad”.
Para complementar ese acierto se designó al Ing. Justiniano Allende Posse como primer Presidente de la nueva Dirección Nacional de Vialidad DNV), brillante personalidad que le dio un gran impulso inicial por su magnitud y jerarquía a la infraestructura vial del país.
Aquellos sabios ejemplos no fueron imitados por las sucesivas administraciones, incluyendo la actual, permitiéndose utilizar los recursos públicos generados y pagados con una finalidad específica, para atender urgencias de Rentas Generales, Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones , Fondo Nacional de la Vivienda, Energía y Obras Públicas Provinciales, Ferrocarriles y una serie inexplicable de subsidios que ninguna relación tienen con el origen de los fondos, incurriendo en una defraudación a los principios legislativos que inspiraron su creación y una burla sistemática a usuarios y consumidores pagantes de los productos gravados.
Lamentablemente los millones de pesos que se recaudan sólo en concepto de Impuesto a los Combustibles, son mal administrados por los distintos Gobiernos desviándolos a otros fines que no tienen nada que ver para lo cual fue creado ese impuesto.
Aún con los fondos designados por el Tesoro Nacional para atender la Red de Caminos Troncales Nacionales, se firman una cantidad de convenios con Municipios y Vialidades Provinciales para atender calles y avenidas municipales y/o rutas provinciales, en detrimento de la conservación, mantenimiento y mejoramiento de las rutas nacionales.
Un párrafo aparte merece la creación en el año 2017 de la empresa CORREDORES VIALES SA, que tiene las mismas acciones y funciones que la DIRECCION NACIONAL DE VIALIDAD (DNV) diluyendo las responsabilidades del organismo y creando una sociedad anónima que no se rige por las leyes nacionales de contralor y transparencia que deben perdurar en los actos de los organismos estatales. Algo similar ocurre en las Provincias de Buenos Aires y Córdoba, con AUBASA (Autopistas de Buenos Aires S. A.) y Caminos de las Sierras S. A, respectivamente.
Asignando en forma efectiva lo recaudado en concepto del Impuesto a los Combustibles, se puede iniciar y sostener un sistema de mantenimiento y mejoras de todos los caminos de la Argentina, y SIN COBRO DE PEAJE. De este modo se podría comenzar a construir un verdadero Proyecto Vial que contemple toda la red caminera del País, y prestando un gran servicio al productor del interior, mejorando la competitividad de toda la economía en su conjunto. Al mismo tiempo debe re jerarquizarse definitivamente a la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) convirtiéndola en el Organismo rector de la política vial, recuperando así todas las funciones propias cedidas indebidamente a otras sociedades y organismos.
Se puede conmemorar el “DÍA DEL CAMINO”, pero no se debe celebrar tan trascendente hito histórico sino con un minuto de respetuoso silencio en homenaje de quienes crearon la sabia “LEY DE VIALIDAD”, impulsora de la obra vial que posibilite el desarrollo del País, LUEGO INCUMPLIDA EN DETRIMENTO DEL INTERÉS PÚBLICO Y DE LOS DERECHOS DE LOS USUARIOS VIALES.