16 abril, 2024

El ojo de bife de un novillo criado en Macachín, La Pampa, ganó un concurso en Irlanda

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El concurso se llevó a cabo en Dublín (Irlanda), donde todos los años se elige a los mejores cortes de carne del mundo

“La mejor carne está en La Pampa y, por supuesto, en el país”, dice, orgulloso, el productor Carlos Gabriel Suárez, luego que un ojo de bife de un novillo criado en su establecimiento ganadero El Caldén, entre Macachín y Doblas, ganara el World Steak Challenge en la categoría “Grass Fed” (animales criados a pasto).

En su establecimiento El Caldén, el productor hace ciclo completo y engorda novillos de más de 600 kilosGza. Carlos Gabriel Suárez

El concurso se llevó a cabo en Dublín (Irlanda), donde todos los años se elige a los mejores cortes de carne del mundo. “A principios de octubre pasado vendimos, a través de la Cooperativa Agropecuaria Atreucó del pueblo, una jaula de 34 novillos de 26 meses de edad que tenían un promedio de 600 kilos cada uno. La tropa era un lujo y tuvo un muy buen rendimiento: el 60%”, indicó.

Suárez contó que no tenía conocimiento que la carne de su hacienda vendida había sido seleccionada y estaba compitiendo en un concurso internacional hasta que el frigorífico Azul Natural Beef-Devesa, quien se encargó de llevar la carne al concurso, le dio la noticia del premio.

En este sentido, Pablo Guimaraenz, gerente de compra de hacienda de la planta frigorífica, señaló cómo fue la travesía para llegar a ese logro, “tan importante tanto para el frigorífico como para el productor”.

“Nosotros faenamos novillos pesados de exportación, donde el 100% es faena kosher que se vende a los Estados Unidos e Israel. Siempre buscamos animales pesados, jóvenes y de buena terminación porque eso es lo que nos demandan nuestros compradores internacionales. Cuando seleccionamos los animales de Suárez para el certamen sabíamos de la calidad de su hacienda porque nos vende siempre”, describió. Asimismo, la compañía ganó también la medalla de oro en la categoría mejor bife de animales con terminación a grano del establecimiento Egeo, del partido bonaerense de Carlos Tejedor.

Según contó, cuando los novillos llegaron a la planta, luego de 400 kilómetros de viaje desde el campo, se los dejó descansar 24 horas antes de faenarlos. Después de la faena se dejó la mercadería en cámara otras 24 horas para luego sí darle una maduración de 15 días. Se envasó al vacío los cortes y se envió por avión a Grecia para una segunda selección y puesta a punto.

Allí se ultimaron y se eligieron unos 20 bifes que fueron los que finalmente partieron a Dublín: “Buscamos carne con buen calibre, con un marmoleado alto, de animales jóvenes y pesados”.