1 julio, 2024

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires la cosecha fina en la región puede ser favorable

149

El otoño del año 2024 se presenta con una complejidad climática que refleja la activación tardía del evento «El niño» (fenómeno que produce un calentamiento a gran escala de las aguas superficiales), con precipitaciones sobre lo normal en prácticamente todo el territorio nacional, y un inicio de temporada de heladas en fecha normal, a diferencia de la temporada pasada.

La cosecha fina en la región pampeana se encuentra en medio de un escenario «favorable», según dio a conocer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su primer informe de pre- campaña de cosecha fina -trigo, cebada, avena, centena-, con las proyecciones de siembra, cosecha y aporte económico de los cultivos.

De todos modos, el otoño del año 2024 se presenta con una complejidad climática que refleja la activación tardía del evento «El niño» (fenómeno que produce un calentamiento a gran escala de las aguas superficiales), con precipitaciones sobre lo normal en prácticamente todo el territorio nacional, y un inicio de temporada de heladas en fecha normal, a diferencia de la temporada pasada.

El invierno del año 2024 marcará el final del ciclo climático 2023/24 y el inicio del 2024/25. Respecto al fenómeno «ENSO», se observa una reducción significativa en las diferencias entre las perspectivas más optimistas y pesimistas. Actualmente, la mayoría de las previsiones apuntan hacia un estado dentro del rango «Neutral Frío», con una tendencia gradual hacia un «La Niña».

En este escenario, se espera que la región Noroeste argentino registre precipitaciones superiores a lo normal, el centro de la Región Pampeana observaría precipitaciones algo inferiores a lo normal y la región del Chaco y norte, este y sur de la región pampeana registrarían precipitaciones cercanas al rango normal. En cuanto a las temperaturas, se espera que los eventos de heladas alcancen intensidades fuertes, pero finalizarían a mediados/fines del mes de julio.

En este contexto, los productores -que vienen con una cosecha gruesa complicada- se encaminan a un nuevo ciclo de siembra en invierno, donde predomina la incertidumbre en el sector y si bien se muestran optimistas, mantienen reservas.

En principio, se dará una campaña estándar. Los relevamientos delinean una posible estabilidad en el área de siembra del trigo, igualando los 5,9 millones de hectáreas (MHa) alcanzadas durante el ciclo anterior. Este valor queda supeditado a la evolución de las variables climáticas y económicas de aquí hasta el momento de comenzar con las labores de implantación.