Consejos para una vejez saludable: dieta y ejercicio físico
La actividad física y una dieta sana a lo largo de toda la vida pueden ayudar a prevenir enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes, la demencia y los problemas de salud mental
La población de personas mayores de 65 años superará a la de menores de 15 años en la Región Europea* de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según los datos de esta agencia de la ONU.
Esta situación supone un cambio demográfico histórico que plantea nuevos retos sociales, económicos y sanitarios para mitigar el impacto del envejecimiento de la población. Por ese motivo, la OMS ha preparado el informe Promover la actividad física y dietas saludables para un envejecimiento saludable que proporciona pautas para una longevidad saludable.
Dietas y actividad física
El informe señala el papel clave de la actividad física y la calidad de la dieta como factores fundamentales que influyen en la salud de las personas.
La actividad física y una dieta sana a lo largo de toda la vida pueden ayudar a prevenir enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes, la demencia y los problemas de salud mental.
Salud y envejecimiento no se contradicen
El asesor de la OMS en Nutrición, Actividad Física y Obesidad señala la falsa percepción que se tiene acerca de la vejez: «Una vida menos activa y mayoritariamente sedentaria, con una rutina diaria monótona e incluso aburrida: esa es una percepción injusta, pero muy común de la vida después de los 65 años».
El doctor Kremlin Wickramasinghe asegura que el informe resalta el por qué los responsables políticos, las empresas y las comunidades de la región deberían “realizar mejores inversiones para facilitar las opciones saludables, aumentando la esperanza de vida sana para todos nosotros.»
Consejos para los adultos mayores
La agencia de la salud señala tres consejos clave para que los adultos mayores mejoren su salud y obtengan longevidad:
- Consumir dietas ricas en frutas y verduras y bajas en alimentos ultra procesados con alto contenido en azúcar, sal y grasas saturadas. La dieta mediterránea es un buen ejemplo
- Realizar un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física moderada. Esto reduce el riesgo de mortalidad por cualquier causa en un 28%. Se recomiendan actividades adicionales que mantengan el equilibrio, la movilidad y reduzcan la pérdida de masa muscular y densidad ósea
- Practicar niveles aún más altos de actividad física. En el mismo grupo de edad, esto puede reducir el riesgo de mortalidad por cualquier causa en un 35%
Políticas para aumentar la esperanza de vida
Los políticos tienen una gran responsabilidad a la hora de prepararse para el cambio demográfico que nos espera, afirma la OMS, que recomienda varias medidas en este contexto:
- Unificar los sistemas de vigilancia sanitaria de los países de la región para potenciar el desarrollo de mejores políticas
- Dar prioridad a la conexión social y a los programas basados en la comunidad en las políticas de actividad física
- Integrar la nutrición en la educación médica a través de políticas gubernamentales
- Potenciar la atención primaria para proporcionar asesoramiento y orientación sobre el mantenimiento de una dieta sana y la actividad física diaria