Día Mundial de la Bicicleta
Ayer fue el Día Mundial de la Bicicleta, destinado por cuestiones ambientales y vida saludable a uso de este vehículo de tracción a sangre
Buena madrugada y mañana.
«Una de Cal y otra de Arena».
– Ayer fue el Día Mundial de la Bicicleta, destinado por cuestiones ambientales y vida saludable a uso de este vehículo de tracción a sangre.
En Argentina la fecha pasó como desapercibida. Estoy convencido que se hizo un vacío, no por cuestiones de salud del planeta, sino porque se quiere ocultar la tragedia económica. En Argentina, se ha convertido en medio de movilidad casi imposible para los niños y no tan niños. Para adquirir una, sea cual sea la característica de las más baratas, hay que contar entre 50 y 60 mil pesos, o poder pagar cuotas, a veces inaccesible.
Una vergüenza ¡¡¡
La bicicleta, dignifica y psicológicamente, bastante.
– En los tiempos de la adolescencia, tanto mi hermano, como Yo, tuvimos bicicleta. No había recursos para comprarla. El Viejo era mecánico. Ganaba dos pesos, con veinte.
Cambió la reparación de un auto al Doctor Juan Carlos, padre de Santiago y Juan Carlos Pernín, de Pellegrini.
Como nunca gustó sentirme menos, durante inolvidables y felices años, con una rodado 24 que frenaba con las Pampero, gané competencias alrededor de las pistas improvisadas de los circos que visitaban el pueblo; los jardines del Tanque Municipal (hoy el anfiteatro); salté como las rompe-motos; clavé en la panza la manija del volante; quise hacer como los circenses transitando por el techo de casa; golpeé con un testículo en el caño y debieron punzarme 15 veces.
Sentí que en la Vida todo era posible y hasta millonario, como el que más.
De los muros en Facebook e Instagram: Jorge Matheus y @tatomatheus