El díficil «oficio» de Intendente Municipal
Aunque resulte egoísta, hacerse cargo del problema de centenares de padres, alumnos, docentes, sindicatos, los que tocan de oído, supera la modesta capacidad que poseo y elijo preservar la salud
Hoy me levanté reflexivo y con los oídos abiertos.
Escuché una entrevista en LU 11 Radioemisora del Oeste, con el intendente de Trenque Lauquen.
Concluyo que «sarna con gusto, no pica», pero hay que tener ganas de que te llenen de preguntas como si fueras un ‘Licenciado en Ciencias Generales’.
El único interrogante que se obvió, está vinculado con el «sexo de los ángeles».
Y no lo estoy bancando, pero hay que tener ganas de estar ocupando ese lugar.
Un dirigente político que quise mucho y con el que trabajé años, decía: «ser intendente genera placeres, pero sobre veinte demandas diarias, si solucionás dos, sos un mago. Y, cuando te morís e hiciste una gestión considerada buena, hay elogios, alguna calle con tu nombre, pero el bronce, jamás. Hasta se olvidan del lugar donde estás enterrado».
Fernández se hizo cargo – en parte – del problema por la falta de agua en los Colegios Secundarios.
Sinceramente no me dejó conforme.
Dejaré, pese a haber fijado opinión, el análisis al margen.Aunque resulte egoísta, hacerse cargo del problema de centenares de padres, alumnos, docentes, sindicatos, los que tocan de oído, supera la modesta capacidad que poseo y elijo preservar la salud.
JOM