La maestra de Ezequiel: «estamos en deuda. Que crueldad. Tiraba de su carro, andaba cirujeando»
La noticia fría es la publicada, y el mensaje de una de sus maestras rosarinas que se publicó en X (ex Twitter) se convirtió en viral en las últimas horas del día de ayer.

Ezequiel Francisco Curaba, el joven que intentó sustraer cables de alta tensión en Rosario y sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo falleció en la mañana de este martes 13 de Febrero del 2024.
Según lo indicado por Laura Taljame, subdirectora del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), de Rosario, los órganos vitales de Curaba comenzaron a fallar como consecuencia de la descarga eléctrica.
Las imágenes de Curaba, que se difundieron ampliamente, lo muestran saliendo de la escena caminando tras el intento de robo de los cables de alta tensión en la avenida Juan Domingo Perón al 6100. Su cuerpo sufrió graves quemaduras y su ropa quedó destrozada por la explosión e incendio. Los vecinos presentes lo increparon por dejar sin suministro eléctrico al barrio.
El joven, que cumplió 21 años el 1 de febrero, se encontraba en situación de calle. Después del incidente, fue internado en la unidad de terapia intensiva, intubado y con soporte vasopresor, bajo custodia policial. Taljame describió su estado como crítico y señaló que “es increíble que este chico esté vivo”.
Curaba tenía antecedentes penales.
La noticia fría es la publicada, y el mensaje de una de sus maestras rosarinas que se publicó en X (ex Twitter) se convirtió en viral en las últimas horas del día de ayer.
Nuestro propósito es solo subirla y que sea leída, para que todos saquemos conclusiones de este momento que vive el país. La foto no es, aseguramos, un aprovechamiento indebido. Es el serio deseo que se tome conciencia.

«Los últimos tiempos han sido difíciles para nuestros pibes, él tiraba de su carro. Andaba cirujeando.
Le gustaban los cuentos, pero no leer. Era bueno. Tiraba de su carro.
Leyendo comentarios en notas de diarios, veo que festejan su muerte tan dura y cruel. Él tiraba de su carro.
Quizás, la posibilidad de unos pesos más para el morfi…no lo sé. Era tan dulce y siempre sonreía.
Yo no quiero que lo recuerden así.
Estamos en deuda. Que crueldad. Él tiraba de su carro, andaba cirujeando.
El hambre no espera.
Era tan dulce, tiraba de su carro.
Y el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Cuanto dolor»
