10 noviembre, 2024

Se prevé que el crecimiento mundial se mantenga estable, pero con tasas decepcionantes

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Fuente: https://www.imf.org/es

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Se prevé que el crecimiento mundial se mantenga estable, pero con tasas decepcionantes. Sin embargo, desde abril de 2024 se han producido revisiones notables menos manifiestas: las correcciones al alza del pronóstico para Estados Unidos han compensado las revisiones a la baja de los pronósticos de otras economías avanzadas, en particular los de los países europeos más grandes. Del mismo modo, en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, las interrupciones en la producción y el transporte de materias primas —sobre todo el petróleo—, los conflictos, los disturbios civiles y los fenómenos meteorológicos extremos han dado lugar a revisiones a la baja de las perspectivas para Oriente Medio y Asia Central y para África subsahariana. Estas modificaciones han quedado compensadas por las revisiones al alza de los pronósticos para las economías emergentes de Asia, en las que el fuerte aumento de la demanda de semiconductores y productos electrónicos, impulsado por inversiones significativas en inteligencia artificial, ha intensificado el crecimiento, tendencia que se ve respaldada por la cuantiosa inversión pública en China e India. En cinco años, el crecimiento mundial debería situarse en 3,1%, un nivel mediocre si se lo compara con la media previa a la pandemia.

Aunque el proceso de desinflación mundial continúa, la inflación de los servicios se mantiene elevada en muchas regiones, lo cual destaca la importancia de entender las dinámicas sectoriales y de calibrar la política monetaria de manera consecuente. Al estar disminuyendo los desequilibrios cíclicos de la economía mundial, las prioridades de política económica a corto plazo deben calibrarse cuidadosamente para garantizar un aterrizaje suave. Al mismo tiempo, se necesitan reformas estructurales para elevar las perspectivas de crecimiento a mediano plazo, pero también se ha de mantener el apoyo a los más vulnerables.

El reciente episodio inflacionario a escala mundial se caracterizó por importantes cambios de la demanda sectorial en un contexto de interrupciones en la oferta y un estímulo fiscal y monetario sin precedentes. El capítulo 2 muestra que la transmisión de las presiones sobre los precios sectoriales a la inflación subyacente, así como el desplazamiento y el aumento de la pendiente de la curva Phillips son fundamentales para explicar la escalada de la inflación mundial. Esto se condice con la aparición de cuellos de botella en la oferta en sectores clave, ya que la demanda rotó entre sectores y se vio impulsada por la utilización del ahorro acumulado. El capítulo presenta nuevas lecciones sobre la política monetaria y revalida una enseñanza del pasado. En casos extremos, con cuellos de botella generalizados en la oferta y una demanda sólida, la inflación puede dispararse, pero una política más restrictiva puede reducirla rápidamente con un costo limitado en términos de producto. Fuera de esos casos, cuando los cuellos de botella en la oferta están circunscritos a sectores concretos, las normas de política convencionales funcionan bien.

Se necesitan reformas estructurales de forma urgente en vista de que el mundo se enfrenta a un crecimiento bajo, cambios demográficos y desafíos relacionados con las transiciones verde y tecnológica. Sin embargo, las iniciativas de reforma han perdido ímpetu en años recientes ante la creciente resistencia del público. El capítulo 3 analiza a fondo la aceptabilidad social de las reformas estructurales, para lo cual se estudian los factores que determinan las actitudes del público y la eficacia de diversas estrategias con las que se busca incrementar la aceptación. Se observa que la resistencia a menudo es producto de percepciones, información errónea, y falta de confianza más que del interés económico de las personas. El capítulo muestra que las estrategias de información que generan conciencia sobre la necesidad de las reformas y que corrigen las ideas erróneas sobre cómo funcionan las políticas pueden incrementar la aceptación. Las estrategias eficaces deben estar respaldadas por marcos institucionales sólidos que promuevan la confianza y un intercambio de ideas entre las partes interesadas y el público. Al ampliar las herramientas de las que disponen las autoridades para incorporar la opinión pública se puede lograr una mayor aceptación por parte de la sociedad y una ejecución adecuada de las reformas..