El «horror» de Patricia Bullrich sobre la universidad pública
Una de las enormes posibilidades que dan las campañas electorales es que las sociedades pueden tener algún elemento para evaluar la personalidad de quienes se postulan para conducirlas, señala el conocido periodista Ernesto Tenenbaum
Una de las enormes posibilidades que dan las campañas electorales es que las sociedades pueden tener algún elemento para evaluar la personalidad de quienes se postulan para conducirlas, señala el conocido periodista Ernesto Tenenbaum en una titulada Esos reveladores momentos en los que Patricia la pifia, publicado en el sitio Infobae.com, el más leído de Argentina.

En el segundo párrafo de la nota, señala que Patricia Bullrich es, en estos días, una de las candidatas más competitivas para suceder a Alberto Fernández. Según algunas encuestas es, incluso, la favorita. Por eso es relevante lo que le ocurrió el viernes. Ese día, como tantas otras personas, tantas otras veces, Patricia se equivocó. La candidata dijo que la mitad del padrón universitario argentino está integrado por extranjeros. En pocos minutos, ese fragmento se viralizó. El ministro de Educación, Jaime Perzcyc, explicó que solo el 5 por ciento de la matrícula no es argentina: diez veces menos. Minutos después, Bullrich tuvo que admitir que un ministro kirchnerista sabía del tema más que ella.

Sobre el particular y tomando el mejor ejemplo que hubo en Trenque Lauquen sobre la importancia de la Universidad pública, lo brindó el querido y valorado, Ramón Cohen Souza, el primer pediatra de la ciudad que nació en Perú y se radicó en Argentina para estudiar en la Facultad de Medicina de La Plata. Una vez terminada su carrera decidió radicarse aquí, donde sembró conocimientos y contención. Falleció hace muy poco a los 101 años de vida. Padre de la conocida médica trenquelauquense, Marta Cohen también educada en la universidad pública y radicada en Gran Bretaña, donde viene desarrollando una tarea profesional destacable.
Con lo de Ramón, tanto en la red Facebook, como en este sitio, estimamos que el «horror» de Bullrich que no ha podido enmendar es un debate innecesario.
