15 octubre, 2024

Un interno de la cárcel de Trenque Lauquen conoció a su hija, recién nacida, a través de una videoconferencia, informó el Servicio Penitenciario Bonaerense

67

Cárcel - Unidad Penal 20

Maximiliano tiene 30 años, es oriundo de Bahía Blanca y en la actualidad se encuentra alojado en la cárcel de Trenque Lauquen, donde transita el último tramo de una condena por un robo.

En medio de la crisis sanitaria producida por la pandemia del Coronavirus, Maximiliano fue papá el martes pasado a la 1.30 de la madrugada cuando su pareja, Lucila, de 24 años, dio a luz una beba de 3,450 kilos en el Hospital Penna.

Con la suspensión de las visitas, la ansiedad y la desesperanza había embargado a Maximiliano, pero de la mano de la tecnología el hombre pudo conocer a su hijita, Zoe Abigail, y hasta ver como la madre la amamantaba.

El encuentro entre Lucila, Zoe y Maximiliano ocurrió el jueves anterior a las 11 de la mañana mediante una videoconferencia que duró media hora. La conexión se pudo efectuar gracias a que en la Unidad 20 de Trenque Lauquen se instaló la semana pasada una plataforma que permite comunicaciones audiovisuales de las personas privadas de la libertad con sus familiares, quienes deben bajar una aplicación en su teléfono móvil.

“Fue excelente. La pude ver bien a mi hija. Su rostro. Como amamantaba. Quedé muy satisfecho. Me hubiese gustado tenerla en los brazos, besarla, pero sé que estamos complicados con la pandemia”, afirmó Maximiliano.
Luego agregó que “para las personas privadas de la libertad las visitas de sus seres queridos son vitales. Pero con esta conexión me saqué la ansiedad”.

Zoe nació en un parto normal y ya está en su casa del barrio Nocito de Bahía Blanca. A ese domicilio va a ir a residir Maximiliano cuando cumpla su pena en nueve meses.

Un programa innovador

En una primera etapa el sistema de videoconferencias se implementó  en 18 penales del Servicio Penitenciario Bonaerense y en los próximos días se agregarán el resto.

Se trata de un programa que permite a los privados de libertad mantener comunicaciones con sus seres queridos, y de esta manera suplir de la mano de la tecnología la suspensión de las visitas a los penales debido a la cuarentena por el Coronavirus.

En la primera etapa participaron internos de cárceles de Olmos, La Plata, Batán, Florencio Varela, Campana, Dolores, La Matanza, General Alvear, Bárker, Bahía Blanca, Saavedra, Junín, Trenque Lauquen, San Nicolás, Sierra Chica, San Martín, Urdampilleta y Magdalena. Y ahora se sumaron todos las cárceles que dependen del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Al respecto, el Jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense, Xavier Areses, destacó la iniciativa como “histórica e inédita” y agradeció al personal penitenciario por el compromiso laboral y la adaptabilidad que muestran con los cambios que hemos tomado ante esta crisis sanitaria.

La selección de los privados de libertad que participaron de las videoconferencias son realizadas por los profesionales del área de asistencia social de las Unidades Penales  desde donde se contemplaron las dificultades de salud de los familiares de los internos o el periodo extenso de tiempo sin visitas por las largas distancias que debieron transitar por vivir en localidades alejadas a las cárceles.

Para comunicarse, los familiares de los privados de libertad debieron bajar una aplicación en sus celulares y desde la sala de videoconferencias del penal (que se utiliza para efectuar comparendos judiciales) se establecieron los contactos durante un tiempo promedio de 20 minutos.
El programa fue impulsado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y sirve de apoyo al Protocolo de Contención Psicológica, donde los especialistas indicaron que algunas de las respuestas esperables ante la crisis sanitaria pueden ser miedo intenso, ansiedad, angustia, pánico, temor al contagio, indefensión, incertidumbre, irritabilidad y enojo, así como también recuerdos de vivencias traumáticas anteriores, falta de concentración y dificultades para conciliar el sueño, por lo que el mantenimiento del vínculo con sus familiares contrarresta las disfunciones mencionadas.

Para comunicarse, los familiares de los privados de libertad debieron bajar una aplicación en sus celulares y desde la sala de videoconferencias del penal (que se utiliza para efectuar comparendos judiciales) se establecieron los contactos durante un tiempo promedio de 20 minutos.

El programa fue impulsado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y sirve de apoyo al Protocolo de Contención Psicológica, donde los especialistas indicaron que algunas de las respuestas esperables ante la crisis sanitaria pueden ser miedo intenso, ansiedad, angustia, pánico, temor al contagio, indefensión, incertidumbre, irritabilidad y enojo, así como también recuerdos de vivencias traumáticas anteriores, falta de concentración y dificultades para conciliar el sueño, por lo que el mantenimiento del vínculo con sus familiares contrarresta las disfunciones mencionadas.

Fuente textual: Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires