29 marzo, 2024

Víctor Aiola, intendente de Chacabuco, se adelantó al presidente francés y es noticia destacada desde ayer

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“Nuestro pasaporte es previo a lo decidido por el presidente francés. Lo venimos trabajando desde antes”, declaró el intendente

Las medidas que estableció el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para contener el avance del COVID en su país europeo, recorrieron las redes sociales en las últimas horas y la repercusión fue tanta que hasta en la provincia de Buenos Aires decidieron imitar estas decisiones. Sin embargo, ya existe un municipio bonaerense de la 4° Sección Electoral que las tomó mucho antes que el gobierno francés.

“Es la única manera de volver a la normalidad”, dijo Macron en el marco de un mensaje transmitido a toda la sociedad. En el mismo, dijo que el uso de un certificado sanitario que habilitará a los vacunados contra el COVID a asistir a recitales, espectáculos, museos, bares o restaurantes. “Ya no tengo ninguna intención de sacrificar mi vida, mi tiempo, mi libertad y la de mis hijas por quienes se niegan a vacunarse. Esta vez se queda usted en casa, no nosotros”, sentenció.

La medida establece que para el 15 de septiembre todos los trabajadores de la salud deberán estar vacunados y que habrá pases especiales para aquellos que acrediten el esquema de vacunación completo o la recuperación reciente del virus y quieran ingresar a locales gastronómicos, centros comerciales, trenes o aviones. El propósito es desalentar las campañas antivacunas que entorpecen la inmunidad de rebaño y la desaceleración del contagio de la variante Delta. Al día siguiente al anuncio del presidente, un millón de ciudadanos se inscribieron para recibir la dosis. 

En Chacabuco ya se adelantaron con una propuesta similar. Viven en el distrito unos 55 mil habitantes, de los cuales 4.802 están vacunados con dos dosis, 14.464 con una dosis y 3.750 que padecieron COVID-19 en los últimos tres meses. Hace más de un mes se puso en práctica un programa piloto denominado “Cuidar fuentes de trabajo, protocolo solidario COVID-19”.

Allí se tomo la decisión como una “propuesta segura para facilitar el funcionamiento de los rubros afectados por la pandemia”. La razón de ser de la iniciativa no tiene como finalidad desarticular la penetración de los movimientos antivacuna sino reactivar los sectores de la economía más golpeados por la pandemia. A pesar de esto, el método es similar y anterior al implementado por el presidente de Francia.

“Formulamos una propuesta con el objetivo de acompañar y cuidar a estos sectores de la economía. Una alternativa viable sería permitir la concurrencia de clientes, bajo estricto protocolo, a los lugares que brindan servicio de gastronomía y a los gimnasios, con la condición de que quienes concurran tengan aplicadas dos dosis de vacunas o hayan tenido COVID-19 en los últimos tres meses. Está demostrado científicamente que en ambos grupos la posibilidad de reinfección, de contraer enfermedad grave y la mortalidad son extremadamente bajas”, explica un documento oficial del programa.

Elevaron el pedido al gobierno provincial “para permitir el funcionamiento, bajo estricto protocolo, de estos rubros y evitar el colapso económico de los mismos” y adujeron que la medida está orientada a sostener las fuentes de trabajo de muchos vecinos de la ciudad. En ese momento, Chacabuco se encontraba en fase 2 con una meseta en los indicadores epidemiológicos y sanitarios y con el 34% de la población inmunizada contra el virus. “Por lo tanto, pedimos que se nos permita realizar una prueba piloto bajo estrictos controles, siendo esto una luz de esperanza para muchos vecinos de nuestra ciudad que trabajan, directa o indirectamente, relacionados con estos rubros”, solicitaron.

El proyecto “Cuidar fuentes de trabajo, protocolo solidario COVID-19” instrumentó un “pasaporte” que no es más que la exhibición del certificado SISA (Sistema Sanitario Informático Argentino) en formato papel o digital, la acreditación del esquema vacunatorio completo o bien la presentación del alta médica con una vigencia de tres meses. Los recintos habilitados son gimnasios, restaurantes, cervecerías, confiterías “y demás espacios del rubro gastronómico” en lugares cerrados con aforo del treinta por ciento.

Aiola, Víctor – Intendente de Chacabuco

Víctor Aiola, intendente municipal, dijo que le parecen «perfectas» las medidas que tomó Macron porque estimula a que todos se vacunen contra el COVID. Pero advirtió: “Nuestro pasaporte es previo. Lo venimos trabajando desde antes”. Supuso un trabajo entre los vecinos, los comerciantes y las autoridades. Lo que empezó como una prueba piloto sigue en ejecución con saldo favorable: “Nos ha dado buenos resultados en los gimnasios, en las confiterías y en los bares. Nos sirvió para estimular a esos sectores económicos que estaban devastados por la pandemia. El concepto es que las personas que tuvieron COVID los últimos tres meses y los que se dieron las dos dosis de la vacuna tienen una posibilidad de infectarse bajísima. Los considerados como grupos que no son de riesgo y que podrían ir tranquilamente a estos lugares. Somos el primer municipio que lo implementó en el país”.