Una visita a «pedir» de Kicillof en Trenque Lauquen: «Exitosa»
No debería descartarse que se fue evaluando que la visita arrojó resultados altamente positivos. Recibió el afecto de la gente, algunos dirigentes peronistas revivieron, intercambio elogios con Fernández, le sacudió munición gruesa al PRO y nadie atinó a manifestar descontento, habló distendido del plan de construcción y refacción de escuelas
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, pasó por Trenque Lauquen y no dejó – por decisión propia ó porque el periodismo que se encontraba realizando la cobertura evitó u olvidó preguntarle – ninguna definición relacionada con el momento económico que vive el país, como tampoco de los cortocircuitos que se vienen produciendo en la máxima estructura del Frente de Todos.
El mandatario bonaerense fue ministro de Economía de la Nación y Diputado Nacional; es un hombre de estrecha relación con la señora vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner; cuenta con claro apoyo interno, para reelegir en la gobernación bonaerense el año próximo; integra la liga de gobernadores conformada días pasados; estuvo en la primera fila en el acto donde quedó encendida la mecha en torno a la distribución de los Planes Sociales; tiene en marcha un ambicioso plan de obras públicas en la provincia para el que se necesitan muchos recursos, los que cada vez son más exiguos en las arcas nacionales. En su agenda y en la que le imponen los hechos hay un cóctel interesante para los medios, y lógicamente más que relevante para la sociedad en su conjunto, las grandes, medianas y pequeñas empresas
. De Trenque Lauquen partió a Rivadavia. No debería descartarse que se fue evaluando que la visita arrojó resultados altamente positivos. Recibió el afecto de la gente, algunos dirigentes peronistas revivieron, intercambio elogios con Fernández, le sacudió munición gruesa al PRO y nadie atinó a manifestar descontento, habló distendido del plan de construcción y refacción de escuelas. El gobernador, en consecuencia, no necesitó frotar la lámpara, tampoco probar si había agua en la pileta. Todo salió a la medida que demanda todo aquel que tiene una importante porción de poder. Dejando la impresión y llenando la mochila con algo complicado de alcanzar en la política vernácula en estos tiempos: Éxito.
En la alocución que pronunció frente al establecimiento educativo en el que se inauguraban las refacciones, Kicillof habló de la educación en manos del Estado, permitiéndose en territorio comunal que se encuentra en manos de la coalición criticar al gobierno del PRO, muy especialmente a Vidal por la postura oportunamente asumida vinculada a las casas de altos estudios. "Me cuesta llegar a un consenso con los que piensan que en la escuela pública te caes, o con los que piensan que a las Universidades no llegan los hijos de los trabajadores, lo cual podría ser una verdad muy dolorosa”
, expresó. “Me cuesta hablar de unidad, aunque sé que Miguel (Fernández) no es de ese grupo», había comenzado diciendo. Aseguró que “en las Universidades públicas del Conurbano y del interior de la provincia de Buenos Aires, es que el 90 o 95 por ciento son hijos de trabajadores, en la provincia de Buenos Aires hay educación pública y gratuita, desde el comienzo hasta la Universidad”
.
En cuanto al programa de obras, Kicillof apuntó que “tenemos un cronograma muy exigente de obras en toda la provincia de Buenos Aires”, Destacó que “Miguel (Intendente Fernández) me pidió especialmente que estuviera hoy acá, porque ésta es una escuela muy simbólica de la ciudad y quiero ponerlo en el marco de muchas de las palabras que se dijeron y los números que se mencionaron”.
El Gobernador también hizo referencia a la relación de confianza que existe entre los distintos actores de la educación para marcar que “para que las cosas pasen tienen que ponerse de acuerdo”.
Y agregó: “Cuando lanzamos el programa “Escuelas a la obra” no sólo teníamos certeza de que había muchísima infraestructura escolar muy abandonada y deteriorada, lo cual es muy injusto, entonces había que revertir esa injusticia pero había un problema inicial para planificar un mega plan de obras en la provincia de Buenos Aires, no había un censo, un inventario o un registro de la situación de las escuelas de la provincia, que tiene casi 12.000 edificios escolares, casi 20.000 escuelas funcionando en esos edificios y 350.000 trabajadores y trabajadoras de la educación y 5.200.000 pibes y pibas estudiando”.
“Teníamos la voluntad y habíamos decidido políticamente poner los recursos pero no sabíamos dónde estaban los problemas, así que cuando hicimos aquel lanzamiento del programa Escuelas a la obra convocamos a los intendentes porque sabíamos que no había otra forma que hacerlo sobre la base de la confianza”, manifestó Kicillof.
“Es cierto que hace falta encontrar la confianza, pero la confianza aparece cuando los objetivos son iguales, el hecho parte de la decisión política de apostar al sistema educativo porque sino cómo le vas a creer al tipo que te está diciendo que va a hacer algo, que sabés que no piensa en eso, no lo piensa hacer y está mintiendo”, subrayó.